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Laura 39 años:
“Estoy inscrita en Gleeden desde hace seis meses, mantengo contacto con un hombre en particular, que me gusta de verdad. El único problema: ¡Tengo miedo de quedar con él! Me encanta recibir sus mensajes, me encanta conectarme con él en secreto por la noche en Gleeden… y mi corazón palpita cada vez que recibo un nuevo email. Pero cuando pienso en ir más lejos, me bloqueo. No tengo ganas de conocerle, no quiero dar el salto a algo tangible y tener una relación carnal con nadie más que mi marido. Pero no quiero tampoco parar esta relación, que pone un poco de emoción en mi día a día. Pero en algún momento él se acabará aburriendo… ¿Qué debo hacer? ¿Pararlo todo o dar el paso?”
Natalia 46 años:
“Me hice un perfil en Gleeden después de 17 años de matrimonio. Ya no deseaba a mi pareja y necesitaba sentirme seductora. Acabé por conocer a un hombre, con quién he estado charlando durante semanas a través de esta web. Nos entendimos muy bien, pero cuando me propuso ir más lejos, no pude. Actualmente, la situación con mi marido no es muy buena, y me arrepiento de no haber dado el paso… No sé si volverle a contactar, me apetece mucho hacerlo, pero significaría pasar una barrera que nunca había pasado”.
Respuesta Dra Juliette Buffat :
Chat erótico:
Antes que nada, si tienes claro que no quieres dar el muy importante paso de dar el paso de la infidelidad física, no es razón para privarte del placer de chatear y hablar con otros hombres. ¡La excitación que sientes jugando a seducir online solo puede ser beneficiosa para tu imaginación! Estimulas tus fantasías y no hay nada mejor ni nada más eficaz para despertar tu deseo. Y para mantenerlo con tu pareja oficial y legítima que seguramente estará encantado de aprovecharlo (mientras guardes el secreto de qué te motiva tanto).
Sentirte deseada por un desconocido puede ser muy beneficioso para tu confianza y tu estima por ti misma. ¡Es la razón por la cual recomiendo desde hace años a mis pacientes que están a cero de libido que vayan a divertirse en un chat erótico! No te prives de eso y no cargues con esa culpa moralista que te frena. ¡Es bien sabido que un poco de prohibido pone emoción e intensidad en nuestra vida sexual! Y no te preocupes si tu pareja de chat se aburre a cabo de un cierto tiempo si no paráis a la acción: encontrarás sin dificultad a otra persona que quiera jugar a distancia. Porque también existen hombres tímidos o no disponibles a los que les gusta fantaseas sin pasar a la acción, y que rechazan las proposiciones de encuentros cuando se busca ir más lejos. Ir más lejos podría suponer una realidad menos estusiasmante y quizás confrontarse a alguna mala sorpresa. Una relación virtual permite todas las fantasías y todas las audacias, pero también autoriza todas las omisiones o mentiras, tanto por tu parte como por la de las personas con las que hablas.
¿Dar el paso?
Entre la infidelidad virtual y la infidelidad real, hay una gran diferencia. Y no eres la única en dudar si pasar esta barrera infranqueable para muchas mujeres y también hombres. En nuestro mundo imaginario, podemos permitírnoslo todo, esta es la magia de las fantasías. ¡Algunos incluso hacen el amor a distancia, por chat, y alcanzan así el orgasmo, sin ningún contacto físico con la otra persona! Nuestro cerebro es nuestro primer órgano sexual y puedes utilizarlo cuanto quieras: es la forma más segura de mantener el motor de tu deseo.
No obstante, existen mujeres sensuales que prefieren el contacto carnal. Hay curiosas a las que les gusta explorar y descubrir un nuevo cuerpo, nuevas formas, otras maneras de acariciarse, besarse, de hacer el amor… Existen mujeres emprendedoras que no dudan en tomar la iniciativa o a experimentar con sus deseos (algunas lo hacen más fácilmente en una relación extraconyugal que con su pareja oficial). Las hay quien parten a la descubierta de la diversidad sexual cuando son jóvenes, disponibles y no están comprometidas en una relación estable. Otras se liberan con la edad, después de la menopausia, después de un divorcio, después de una ruptura dolorosa y se atreven a explorar los diferentes placeres carnales con hombres de su edad, más jóvenes o más maduros.
Existen incluso pas cazadoras de hombres, que coquetean abiertamente, en su entorno profesional, en la calle, en una tienda, en el bus, en el metro, de camino al trabajo, en un bar, de fiesta por la noche… Las hay discretas, que se inscriben en una web de encuentros y buscan a alguien por internet. Algunas son lo suficientemente atrevidas y decididas para entrar en un club de intercambios de parejas buscando múltiples parejas más aptas a satisfacer y a favorecer su bienestar corporal. Es cuestión de edad, de momentos de la vida, de circunstancias relacionales, de madurez (o inmadurez). Esto depende de tu relación con tu consciencia y tu moral, tu educación familiar y religiosa, del grado de libertad que asumes, de la fuerza de tu deseo y tus necesidades y también mucho de tu grado de frustración.
Sea cual sea la forma de lograrlo, os deseo a todas encontrar un día el camino de vuestro bienestar sexual y descubrir la riqueza de los innombrables placeres carnales que vuestro magnífico cuerpo de mujer os puede ofrecer.
