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¡Compartir un pasatiempo, o mejor aún, una experiencia sexual con tu pareja, solo puede beneficiar tu relación! Entonces, ¿por qué no invitar al porno a tu relación? Esta experiencia mutuamente placentera sólo puede hacerte bien, a menos que abuses de ella…
El porno ha cambiado de imagen. Reservado para los estantes más altos de quioscos y sex-shops, ahora está disponible con solo hacer clic en un botón. Y si en el imaginario colectivo ver porno es “cosa de hombres”, las mujeres también se entregan a los placeres de las películas X. Pero ver porno en pareja está de moda y hay muchas que lo hacen en su vida sexual diaria. Te contamos por qué…
Porque las películas X te permite expresar tus fantasías
Algunas personas sienten vergüenza a la hora de compartir sus fantasías con sus parejas. Otros no saben qué es lo que realmente les excita, y mucho menos qué excita a su pareja. Gracias a Internet, se está volviendo accesible una multitud de vídeos profesionales y amateurs que muestran todos los posibles actos sexuales imaginables. Ver porno en pareja es una manera fácil de descubrir lo que te gusta, y sobre todo de hablar de ello con tu pareja sin necesidad de decir una palabra. Reproduce tu video porno favorito o deja que tu pareja vea tu historial de navegación. Muy rápidamente conocerá sus gustos y sus fantasías.
Es una excelente manera de darle vida a la rutina
Si llevas mucho tiempo con tu pareja, el sexo puede volverse repetitivo o incluso monótono. Ver una película porno juntos es una manera realmente fácil de darle un poco de vida a tu rutina sexual. Al reproducirse de fondo durante la sesión de abrazos, o ya sea que ambos se estén masturbando frente a él, el porno ofrece un cambio de dinámica. Mejor aún: X te ayuda a recuperar la confianza en ti mismo y en tu creatividad sexual. Quizás por fin te atrevas a experimentar más en la cama, o incluso fuera del dormitorio…
Ten cuidado de no abusar de él
La pornografía es como todas las cosas: no debes abusar de ella. Porque si bien, ver porno en pareja puede ser bueno, si no tienes cuidado podría perjudicar tu relación… ¡Elige bien el tipo de porno que quieres introducir en tu relación!
Uno de los aspectos negativos más comunes de la pornografía es su capacidad para crear sentimientos de inseguridad. Al ver constantemente penes muy grandes y duros, vulvas y labios menores sin pelo y perfectos, los complejos pueden tardar en desaparecer. Lo mejor que puedes hacer es intentar no compararte con la gente de las películas porno. Su trabajo es hacer que parezca que son buenos en el sexo y ajustarse a una estética particular. Y luego, el sexo que vemos en los sitios pornográficos a menudo no es más que una simple actuación. ¡Así que, es probable que te diviertas incluso más que las estrellas porno si te sientes realmente conectado con tu pareja y no es solo un trabajo!
También ten cuidado de no utilizar sistemáticamente la pornografía para excitarse mutuamente. Si ya no puedes tener relaciones sexuales sin una película X, tal vez sea hora de cambiar la forma en que usas la pornografía con tu pareja.
¡Date el gusto!
Ver pornografía en pareja puede resultar un poco incómodo al principio. Pero, si lo hace con miras a compartir y descubrir, bien podría acercaros más. Os darás alas a vuestra vida sexual al encontrar nuevas ideas y al mismo tiempo os ayudará a fortalecer la relación.
Probablemente aprenderás cosas sobre tu pareja que no esperabas, ¡pero eso es parte del juego! Lo importante es asegurarse de que ambos estáis en la misma página.
