Infidelidad en el trabajo: ¿Una buena idea

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categoría: Actualidades

Infidelidad en el trabajo: ¿Una buena idea

Es bien sabido que pasamos más tiempo con nuestros compañeros del trabajo que con nuestra pareja, y el lugar de trabajo resulta ser uno de los terrenos de juego preferidos por los infieles. Cuando vuestra relación profesional sea óptima y que tu compañero/a del trabajo sea atrayente, ¡es difícil no ceder a la tentación! Pero cuidado: se requieren algunas precauciones.

Algunos han convertido el dicho “donde tengas la olla no pongas la...” en su regla de oro. A pesar de eso, la joven directora de departamento de caderas voluptuosas te tira la caña, o el nuevo adjunto del jefe recién llegado te obsesiona. Habéis empezado a charlar tímidamente, habéis tomado un café juntos, comido en la cafetería del trabajo, y después en un restaurante con otros compañeros. Último acercamiento: ha aceptado tu invitación en Facebook. No parece nada relevante, pero te da acceso a información muy personal: puedes saber si esa persona tiene pareja, si tiene hijos, o dónde pasa sus vacaciones... Descubres intereses comunes. Cuidado, estás listo/a para dar el paso. Tras eso, vendrá un mensaje privado en la red, o una pequeña frase personal al final de un email del trabajo. Ya sabes que detrás de la pantalla todos somos un poco más atrevidos que en el mundo real...

Te toca decidor: o cedes a tus impulsos, o los transformas para enriquecer vuestra relación profesional. El problema es que la segunda opción te parece muy difícil.

Una vez esa barrera superada, otra norma se impone, grabada en fuego: no dejes entrever nada de vuestra aventura en vuestro lugar de trabajo. No lo hables con nadie, ni siquiera a tus compañeros más cercanos/súper amigos/confidente/sexólogo. La naturaleza humana a menudo es mezquina, y los celos muy habituales, ¡sobre todo en el trabajo! Las malas lenguas pueden transformar un simple almuerzo fuera del trabajo con un compañero en una sesión ardiente escondidos en el baño. Mantén la compostura, y aunque la pasión te haga perder la cabeza, haz todo lo que puedas para no dejar entrever nada.

Por cierto: cuidado con los mails internos, no le envíes la foto que demuestra que hoy no llevas braguitas a la dirección de email profesional. Puede que su jefe o algún colega esté al lado. Así que mejor por el móvil. Si te llama diez veces al día, no salgas de tu despacho para contestarle en el pasillo. ¡Eso sería un gran alimento para los chismes!

Ahora, examinemos las modalidades prácticas de este tipo de relación.

¿Cuándo?

Varia los horarios de vuestras citas. La hora del almuerzo es también la de los amantes, pero si tus compañeros se dan cuenta que desapareces todos los mediodías, se darán rápidamente cuenta de que pasa algo. Di a tu superior que tienes un poco de exceso de trabajo y que irás a la oficina más pronto. Un aquí te pillo, aquí te mato en las oficinas vacías puede resultar muy excitante. Pero recordaros de encerraros con llave. Puede ser difícil estar solos en esa franja horaria (tareas que llevan retraso, reuniones imprevistas...).

¿Dónde?

El hotel

Si tu lugar de trabajo está ubicado en el centro de la ciudad, puedes optar por un hotel cercano, pero no demasiado. Si estás a las afueras, o en una zona más rural, mejor una ciudad cercana. No olvides reservar, e indica que se trata de una habitación para una “cita” de una hora o dos. Los hoteles que ofrecen day use son cada vez más habituales. Si vuestro presupuesto es más ajustado, podéis optar por hoteles más económicos. Y qué más da el romanticismo y la intimidad: si el grueso de las paredes es más bien escaso, estaréis al tanto de las aventuras de los de la habitación de al lado. ¡Pero quizás resulte hasta excitante! Finalmente, no te olvides la norma más básica de los infieles: paga siempre en efectivo.

El club o la sauna liberal

Algunos abren de día y ofrecen habitaciones que se pueden cerrar con llave. A menudo la entrada es más económica que una habitación de hotel, y con una consumición incluida. Además, encontrarás toneladas de preservativos, y también podrás tomar una ducha. ¿Hace falta más?

El coche

El coche puede resultar un sitio agradable para un revolcón discreto, sobre todo en un aparcamiento subterráneo. Si te decides por el de la empresa, vigila con las cámaras de vigilancia. Encuentra los ángulos muertos. En cuanto a las precauciones a tomar en el coche, encontrarás toda la info en mi último artículo sobre este tema (lien dernier article).

El gimnasio

Estás inscrito/a a un gimnasio, es perfecto para estar en forma, pero también muy práctico para tomar una ducha tras el trabajo. ¡Si os habéis encontrado en los baños a mediodía, estarás fresco/a para volver al trabajo por la tarde, o para volver a casa! Piensa en llevar ropa interior de recambio, y cuidado con el perfume de tu amante, que se pega a la ropa.

A evitar:

En casa de un amigo

Si un amigo/a vive cerca de tu lugar de trabajo, resiste la tentación de pedirle las llaves de su piso. Esta complicidad forzada lo pondrá en una situación delicada, sobre todo si conoce a tu pareja oficial.

En tu casa

¿Tu pareja oficial trabaja y tu casa está desierta todo el día? Te veo venir... No, no y no, no es una buena idea. No es porque tienes una aventura que no tienes que respectar tu pareja y vuestro hogar juntos. Un infiel experimentado jamás mezcla si vida de pareja y sus líos amorosos.

¿Engañar para triunfar?

Para terminar este artículo sobre un punto polémico, vayamos al límite de la inmoralidad, e imaginemos una infidelidad bajo el ángulo de una promoción profesional. Sí, es tentador. Pero es feo. Además, esta estrategia no está exenta de riesgos. Es vital elegir bien el objetivo o presa. Un/a dirigente que se acuesta con un/a empleado/a pone patas arriba la relación jerárquica, y puede sufrir presiones. Si eres el/la que ocupa un puesto más bajo, pasarás a ser el/la que se acuesta fácilmente con cualquiera (ya me entiendes...) o ser un/a trepa. Te arriesgas severamente a ser desacreditado hacia tus superiores. ¡Estás avisado/a!

Last but not least: para llevar bien una relación adúltera, hay que saber acabar con ella cuando llega el momento. No es fácil si continuas trabajando con tu amante... Los recuerdos de vuestras aventuras serán difíciles de borrar... ¿Podréis volver a empezar, con una relación estrictamente profesional? ¡Hazte estas preguntas antes si quiera de empezar la relación!