La Crónica de Maïa Mazaurette: San Valentín en aguas turbias, una etiqueta extraconyugal

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categoría: Actualidades

La Crónica de Maïa Mazaurette: San Valentín en aguas turbias, una etiqueta extraconyugal

¡San Valentín no está solamente reservado a las parejas oficiales! Los que disfrutan de una aventura pueden tenir ganas de dar una patada a las ideas preconcebidas y a las tradiciones para celebrar el día de los enamorados (también) con su amante. Maïa Mazaurette, blogger y cronista experta en relaciones entre hombre symujeres, te propone una visión alternativa de esta fiesta. ¡Sigue sus consejos para, en sus propias palabras, "conciliar dos facetas de una jornada posiblemente peligrosa"!


En el imaginario colectivo, solo existen dos versiones de San Valentín


Una reservada a los niños, que consiste en declarar sus sentimientos, la otra para parejas con una óptica claramente capitalista. Pero no todo el mundo está casado en modo cocooning, y ha pasado los años de salidas con los amigos. ¿Qué hay de San Valentín para los casos intermedios, es decir… la mayoría del espectro amoroso? No mucho. Aprovechemos pues para rectificar el error.


Para empezar, ya que Gleeden sirve para hacer encuentros, es tiempo de rehabilitar el San Valentín “declarativo”.


Para la mayoría de nosotros, este día será previsible – con su desfile de rosas rojas y bombones con forma de corazón, todo evidentemente con la pareja oficial (vacunada y validada por la administración).


¿Por qué no aprovechar justamente para crear un poco de sorpresa? Es el momento de enviar mensajes, tentar a la suerte, tomar riesgos. Para empezar porque es la tradición –la próxima vez no será hasta dentro de 365 días, casi podríamos decir ahora o nunca. Y luego porque incluso si no funciona (si conoces a alguien que “gana” el 100% de las veces avísame), siempre es un placer recibir cumplidos (si conoces a alguien que odia radicalmente los cumplidos, avísame también). En un día así, sentirse tranquilizado respecto al poder de seducción de uno mismo vale diez mil cenas con cava “obligatorias”. ¿Así pues? Contáctale. Tus parejas potenciales serán más receptivas.


Una vez hecho el primer contacto, aprovecha la oportunidad para avanzar un paso más.


Atrévete con cumplidos que normalmente no osarías, propón un primer encuentro “real”, planifica la próxima escapada, dejando entender que esta historia es más que sexual (¡si es el caso! Es inútil inventar historias). Porque se cae rápidamente en los clichés, tu mejor baza para San Valentín es el sentido del humor. Exagera, desfásate, dile que el espíritu de San Valentín te obliga a invitarle al cine… Evitarás así exponerte demasiado, a la vez que avanzarás hacia más intimidad.


Por supuesto, puede parecerte demasiado pronto, que esta fiesta tiene demasiado significado. ¡No es para ponerse dramático! El San Valentín moderno combina varios niveles de implicación: hay el sentimiento amoroso, pero, también la declaración o el deseo sexual. Cuando envías un mensajito, no le estás proponiendo matrimonio. (En Gleeden eso sería el colmo). ¡Relájate!


Si ya tienes una relación extraconyugal seguida, ¿cómo conciliar las dos facetas de una jornada posiblemente peligrosa?


¡Para empezar, nada te obliga a “elegir” entre tu pareja oficial y tu “extra”! Puedes vivir dos San Valentines en paralelo, sin poner en escena historias muy diferentes – no son los mismos sentimientos, no tienes porqué jerarquizar: un amor para el día a día, una pasión secreta. Con la condición, claro, de no doblar tontamente los detalles, evitando los dos ramos por el precio de uno, o peor, copiar-pegar el email cariñoso. Para diferentes aventuras, elige guiños distintos, sabes mejor que nadie a quién le gusta qué. Flores para la esposa, una cena para el marido, un poema para la amante, un meso robado para el amante... ¿o al revés?


Y finalmente: San Valentín no es obligatorio.


Si formas parte de los que odian esta fiesta, ¿por qué no anunciarlo claramente? Evitarás así malentendidos, pero igualmente tendrás la ocasión de hablar de sentimientos, días especiales, clichés amorosos, el consumismo... temas interesantes para empezar a conocer a alguien. En resumen: incluso negándote a jugar la carta de San Valentín, tendrás de qué hablar en relación al amor.