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Nos desnudamos
No queremos decir que haya que desnudarse para seducir. Pero es cierto que en verano las temperaturas suben e inevitablemente optamos por ropas más ligeras. Es una época propicia a la sugestión, descubrimos un hombro bronceado, jugamos con las transparencias de las ropas... Mostramos lo suficiente para despertar la imaginación. ¡Y funciona! Tras haberte visto pasearte así todo el día, tu media pareja solo querrá hacerte pasar una noche endiablada.
Desconectamos
Admítelo, estás enganchado a tu smartphone y a las redes sociales, y no puedes pasar una hora sin darle un vistazo. Pero cuando las vacaciones de verano llaman a la puerta, se despierta tu conciencia para decirte que tienes que saber divertirte de otra forma. Optas por otras actividades lúdicas y vuelves a conectar con el mundo real. Resultado: estás más a la escucha de tu pareja y compartís más momentos juntos. Y cuando te besa tiernamente, piensas que lo real vale más que lo virtual. Finalmente, solo sacas tu teléfono para hacerte selfies en la playa (bueno, y para conectarte un poco a la app de Gleeden también).
No te preocupas tanto
En vacaciones, tienes más tiempos para ti y lo aprovechas. La agenda está menos ajustada, así que te dejas llevar fácilmente. Demuestras tu espontaneidad, sonríes ante los imprevistos y otras situaciones divertidas, mientras que en situación normal seria más bien irritante. ¡Y no, no es tan grave si se pone a llover cuando habías reservado un curso de padelsurf! ¡Y verte sonreír ante cualquier circunstancia también resulta excitante para tu pareja! El buen humor es un aliado para el buen sexo en cualquier época del año.
Disfrutas de los beneficios del sol
A priori no te imaginas una relación directa entre el sol y el deseo sexual. Pero los beneficios de la luminoterapia se conocen desde hace tiempo. El sol tiene un auténtico impacto sobre nuestra moral y nuestra energía. La vitamina D, producida gracias a sus rayos, borra el estrés acumulado durante el producida gracias a sus rayos, borra el estrés acumulado durante el verano y el efecto del sol en la piel despierta las hormonas. ¡Ya lo sabes, el verano será tórrido!
