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La ciudad de México puede haber encontrado la solución para remediar el problema del crecimiento de los servicios jurídicos y administrativos ligados a los numeroso divorcios (el 40% de los matrimonios celebrados en la capital concluyen con un divorcio).
Una propuesta de ley en la iniciativa del Parti de la revolución democrática, ha sido enviada a una comisión parlamentaria para ser estudiada. La ley es compatible con los contratos renovables establecidos para una duración determinada de dos años, con modalidades de separación.
“Estamos buscando soluciones a los problemas que observamos diariamente en el tribunal como el chantaje afectivo a los niños que son utilizados como peones” , explica Carlos Torres, portavoz de la diputada Lizbeth Rosas, co-iniciadora de la proposición de ley. A causa de la lentitud de la justicia y de su coste financiero “muchas parejas no utilizan la justicia y fundan una nueva familia” , añadiendo que esto puede complicar aún más las problemas de herencia y pensión alimenticia.
Para la iglesia católica, esta proposición es “totalmente absurda” según las palabras del portavoz de la archidiócesis de México, el reverendo Hugo Valdemar que añade que “el matrimonio no puede ser un contrato comercial sino un contrato establecido entre dos personas autoras de un proyecto de vida, para la creación de una familia”.
Una proposición parecida fue lanzada ya en Alemania en 2007 por la diputada Gabriele Paulli pero ésta fue rechazada. Este tipo de contrato de matrimonio precaria, se sigue trabajando en Irán y en el Líbano
