¿Qué hacer si sufres de vaginismo?

Inscripción

Discreción
100% garantizada

Me registro


Encuentros fiables y discretos con toda tranquilidad
Una única regla: no hay identidades falsas
¡Miles de miembros ya inscritos cerca suyo y en el mundo entero!

Noticia posteada el 21/06/2023, categoría: Actualidades

¿Qué hacer si sufres de vaginismo?

El vaginismo es una patología que afecta a miles de mujeres. Este trastorno, que en la mayoría de los casos tiene un origen psicológico, es tratable.

El vaginismo es una patología que afecta a miles de mujeres. Este trastorno, que en la mayoría de los casos tiene un origen psicológico, no es incurable. Porque sí, puedes reducir tu vaginismo, o incluso hacerlo desaparecer por completo.

Cuando la penetración duele

El vaginismo es un trastorno sexual que se refiere a una contracción involuntaria e inconsciente de los músculos del perineo. Claramente, los músculos de la vagina se tensan al intentar la penetración. Esta contracción hace imposible o muy doloroso cualquier acto de penetración. A esto se suma la frustración emocional que pueden sufrir las víctimas del vaginismo porque no tienen absolutamente ningún control sobre sus músculos.

Afortunadamente, las personas afectadas por el vaginismo no están condenadas a vivir con él para siempre porque existen soluciones para curarlo.

Deja de forzar la penetración

El primer paso para curar el vaginismo es dejar de obligarte a realizar un acto que implique penetración. Intentar la penetración cuando es doloroso solo puede hacerte daño. Peor aún, el dolor solo aumenta el miedo y el estrés, lo que ciertamente no ayudará a su situación.

Combinar ejercicios y terapia

Salir del vaginismo es una larga lucha para empezar idealmente con el seguimiento de un sexólogo o un ginecólogo. Te acompañará en una terapia sexo-corporal combinando rehabilitación, ejercicios de suelo pélvico, fisioterapia y apoyo psicológico. No se sabe exactamente cuánto tiempo te llevará sanar ya que cada mujer evoluciona a su ritmo dependiendo de su motivación. Gradualmente, a medida que avanza la terapia, la confianza crecerá. La penetración, que hasta entonces era fuente de angustia, se convertirá en objeto de deseo; señal de que la mente finalmente está lista para dejarse llevar y sobre todo para poner fin a tu vaginismo.

Una preocupación creciente

Al igual que la endometriosis, el vaginismo y los trastornos relacionados con la sexualidad femenina son cada vez más destacados. Es gracias a movimientos como #metoo que el vaginismo es cada vez menos invisible, aunque sigue siendo un trastorno aún desconocido del que muchas mujeres no se atreven a hablar.

Una cosa es cierta: sí es probable que el tratamiento del vaginismo lleve mucho tiempo, crear conciencia al respecto y hablar de ello con tantas personas como sea posible ya es un buen comienzo.