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categoría: Actualidades

¿Qué tipo de infiel eres?

Hay infieles... e infieles. ¿A qué tipo perteneces tú?

Gleeden a hecho esta lista de tipos de infieles. No es exhaustiva, pero que estés casado/a desde hace años, desde hace 24 horas o que estés a punto de hacerlo, seguramente te identificarás con alguno.

El infiel crónico: eres un infiel compulsivo, engañas a todo lo que se menea, no puedes evitarlo. La idea de compromiso te da miedo: permanencia con una determinada compañía de telefonía, contrato indefinido, tarjetas de fidelidad, les dices “¡Va de retro!”

El infiel imaginario: te crees fiel, pero no sabrías contar cuántas veces te has acostado con tu compañero/a del departamento de marketing, y aún menos las veces que te has enamorado en tu gimnasio. Infiel de pensamiento, cierto, pero infiel igualmente.

El infiel doblemente fiel: es bien sabido, ser fiel a dos personas a la vez es ser dos veces más fiel. Tienes dos amores, que no necesitan saber el uno del otro.

El infiel kamikaze: Lo que te gusta de la infidelidad es la transgresión de lo prohibido, el riesgo y la subida de adrenalina. No quieres ser descubierto, pero actúas de forma contraria: invitar tu nuevo ligue en tu cama conyugal, haces manitas bajo la mesa con el novio de tu cuñada (o la novia de tu cuñado) durante una cena familiar, coqueteas en cada boda en cuanto tienes ocasión... ¡Típico de ti!

El infiel terapéutico: Estás en pareja y quieres seguir así, al fin y al cabo quieres a tu cónyuge y harás lo posible para que esto dure. Incluso permitirte algunas aventuras para avivar la llama en tu pareja, provocar sus celos y ser aún más deseable a sus ojos. La infidelidad, la consumes en dosis homeopáticas, con fines terapéuticos.

El infiel en “búsqueda activa”: Lo tuyo es el benchmarking. Tienes un ojo puesto sobre el mercado a la espera de mejores oportunidades.

El ciber-infiel: un poco como el infiel imaginario, utilizas las posibilidades que te ofrecen internet para satisfacer tus fantasías de infidelidad. Tu infidelidad sexual se reduce a un abanico de webs para adultos, y tu infidelidad emociona la vives en Gleeden. De hecho, como tipo de relación que buscas has elegido “principalmente virtual”. Es un buen comienzo.

El infiel que-tiene-una-excusa-así-que-no-cuenta: tu pareja ha sido destinado/a en china (o en Huelva), tu amiga te obligó a beber anoche, tu cónyuge y tu estáis haciendo una “pausa”...

El infiel homo: estás casado/a, quizás tengas hijos. Pero eres homosexual, y has salido del armario en Gleeden.

El infiel liberal: Epicuro es tu mentor, o al menos es lo que tú dices. Quieres poder hacer el amor cuando quieras, donde quieras y con quien quieras. Nunca dices no al placer.

El infiel contractual: La primera cosa que le dijiste a tu pareja, “conmigo, es unión libre o nada”. No está escrito con letras ilegibles al lado de un asterisco en vuestro contrato de matrimonio, sino que está marcado en el título. Eres infiel por principio. En cuando a tu pareja, o lo toma o lo deja.

El infiel curioso: un día compras el diario El País, o bien fue en el diario El Mundo , ya no te acuerdas. Pero leíste un artículo sobre Gleeden, la primera web de encuentros extraconyugales pensada por mujeres. Decides inscribirte y probar, solo para ver. De infiel curioso pasas a ciber-infiel, infiel imaginario, y a partir de aquí, doblemente fiel, si encuentras el amante de tu vida, terapéutico, kamikaze... El futuro te lo dirá.