Hasta ahora en México, el adulterio era considerado un delito que podría resultar en condenas de hasta dos años de prisión y la supresión de derechos cívicos por un período de 6 años.
El 24 de marzo de 2011, con la reforma del código penal, los senadores mexicanos querían eliminar una ley misógina, que atentaba contra la dignidad de la mujer. En efecto, esta ley machista se aplicaba especialmente para castigar a la mujer infiel.
Para grupos de defensa de las mujeres y la igualdad de género, "es una forma de rehusar un delito históricamente construido para mantener la propiedad de los hombres sobre las mujeres." Este delito dejará de existir en México.
Por lo tanto, eliminaría una disposición del código penal, que se considera en desacorde con la sociedad actual.