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categoría: Actualidades

10 buenas razones para ser infiel

Maia Mazaurette nos da en exclusiva diez argumentos a favor del adulterio... ¡Si usted aún no se decide!

La conciencia colectiva es muy fuerte para encontrar razones para ser fiel. La madurez, el sentido del deber, la preeminencia del largo plazo ante el corto plazo... y luego el miedo, por supuesto, las enfermedades, las pasiones, una sociedad que sería destruida por falta de valores. Sin embargo, cuando optamos por caminar un rato junto a los senderos bien marcados, esto no es necesariamente por reivindicación anarquista o por debilidad. Hay un montón de razones para hacerse feliz. Y no son menos válidas, porque nos hacen más felices.


1) Sentir la emoción de los comienzos...

... Sin tener que acabar con una relación que funciona (o no). Porque no, no es necesario ser infeliz o estar al borde de un divorcio para buscar a alguien más: podemos encontrarnos muy bien en el matrimonio, querer mantenerlo, y aún así ser infieles. ¿Al caldo y a las tajadas? Tal vez. ¿Y por qué no? No es ningún secreto que el tiempo afecta a las relaciones. Hay aspectos positivos, como el hecho de acostumbrarse y la tranquilidad en la rutina, pero también hay aspectos negativos, tales como el desgaste. Las hormonas se calman, la pasión se tambalea, el corazón late un poco más suave. Se puede renunciar a la gran explosión de un encuentro o decidir tomar una dosis de vicio de vez en cuando... porque simplemente es intenso.


2) Vivir sus fantasías más salvajes

Estamos de acuerdo con que su pareja es genial, se pueden decir todo, compartir sus fantasías... Sí, está bien, pero la comunicación no lo hace todo. Si la mujer de su vida odia el sexo oral, no la va a forzar. Si el hombre con el que va a envejecer no sueña con explorar sus tendencias exhibicionistas, eso no la condena a renunciar a sus deseos. A veces son compatibles en casi todo. Casi. ¿Hace falta romper una relación satisfactoria sólo por un detalle? Eso sería una lástima. ¿Hace falta entonces olvidar sus deseos más profundos? Eso también sería una pena. Y bueno, no siempre queremos hacer todo con una única persona. En el caso de algunas fantasías libertinas o absolutamente increíbles, parece lo suficientemente humano para querer dejar al padre de sus hijos - o la abuela de sus nietos – fuera en un momento. Despertarse cada mañana al lado de alguien que sabe que te gusta ser insultado durante el sexo, es un poco tenso durante las verdaderas disputas, ¿verdad?


3) Probar su potencial de seducción

Mucha gente le dirá que hay que seguir con la seducción una vez en pareja. Ok, pero usted puede dudar que esa persona que comparte su cama durante tres o treinta años debe encontrarlo a su gusto, de lo contrario irá a tentar las sábanas de otra persona. No vale la pena simular que está en peligro cuando ya no lo estamos después de mucho tiempo. La seducción es la vulnerabilidad. Si su pareja lo hace sentir vulnerable, es tiempo de cambiar. Pero si no tiene nada más que probar, bueno... es humano querer poner a prueba su potencial alguna vez. ¡Preferiblemente con alguien que pueda decir que no! Entonces, a los 30, 50 ó 70, ¿todavía se siento listo para jugar en el campo de los solteros?


4) Ceder a la tentación

Queríamos evitar destacar esta cita por enésima vez, pero Oscar Wilde puso la pluma donde más duele al decir “la mejor manera de librarse de una tentación es de sucumbir ante ella”. Si conoce a alguien que realmente le gusta (que este gusto sea puramente sexual o más bien intelectual), ¿cómo reemplazarlo? Aquellos que afirman que se necesita sólo de un poco de auto-disciplina para olvidar una afinidad muy especial con claridad no tienen mucha experiencia acerca de estas "chispas" que surgen entre dos personas. A veces, la conexión es inmediata, se puede tener un amor a primera vista. ¿Debemos ignorar nuestras fantasías? Lo podemos hacer. Así como se puede disparar usted mismo en los pies.


5) Permitirse un placer culpable

Bueno, no es bueno engañar (a pesar de que si su cónyuge no lo sabe es un crimen sin víctimas). Pero tampoco es muy bueno para la salud beber vino o comer un pastel de chocolate. Por no hablar de fumar molestando a los que están a su alrededor. Entonces, entre las bombas de calorías y una pequeña infidelidad, finalmente, ¿qué placer culpable le va a hacer menos daño? Y además la culpa forma parte del placer, ¿no? Exactamente cuando usted compra una novela muy mala o cuando calumnia al jefe. Malo para el Karma, por supuesto, pero no todos pueden ser Gandhi - para nosotros los seres humanos comunes, el mal a veces nos da placer


6) Cultivar su jardín secreto

Hemos firmado la Unión de hecho, los préstamos, los almuerzos con la familia política, incluso hemos acordado adoptar en forma conjunta ese gato estúpido que odia ser acariciado. Hemos estado de acuerdo con los calcetines tirados por ahí. Hemos jurado en las buenas y en las malas... pero nunca pretendimos que no necesitaríamos vacaciones. El Infierno no es el otro, pero sin duda lo es cuando está al lado el 100% del tiempo. Hay límites en la pareja. Hoy en día, todos coinciden en que tenemos que dejarnos un tiempo para respirar. Pero la infidelidad es exactamente eso: un aliento, un soplo de viento fresco en nuestros hábitos. Ni siquiera es necesariamente una traición, es otra cosa, y punto. Que no tiene que ver con la pareja. Que concierne otra persona en otro momento.


7) Disfrutar de la transgresión

Quizá debería haber empezado con esto: ser infiel, es emocionante, divertido y dramático. Estos momentos robados tienen tanto más premio que son arrancados de la moral y de una sociedad que siempre pone la fidelidad como una obligación principal en una pareja. Engañar ya no es un tabú, pero aún está prohibido. Por último, ¿tenemos aún muchos espacios prohibidos pero no ilegales? En realidad no, ¿verdad? Sin embargo, la transgresión vale todos los afrodisíacos en el mundo. Podemos tratar de comer jengibre, usar ropa interior de látex entre dos pañales, inventarse situaciones eróticas: seamos honestos por un momento, eso no podrá aumentar su libido como una infidelidad. Novedad + prohibición: ¡un cóctel imparable!


8) Favorecer a su pareja

Las infidelidades de las que hablamos (en los medios de comunicación, en las noticias y en el arte) son las que acaban mal: no es de extrañar que se repita que la infidelidad está matando a las parejas. Salvo que siempre nos faltará la parte sumergida del iceberg – aquellas infidelidades dulces y con éxito... aquellas que conservan las parejas, aquellas que juegan eficazmente el papel de válvula, aquellas que alivian la presión. Al reducir las frustraciones sexuales y / o sentimentales, dejamos de hacer caer sobre la pareja todo lo malo de la vida. Ganamos nuestra confianza, nos sentimos mejor, hacemos más el amor, las pequeñas dificultades desaparecen, tomamos distancia, prestamos más atención a nosotros mismos. Un amante es como una clase de yoga, más orgasmos.


9) Ponerse en el centro

Sacrificarse, eso si que lo conocemos. Aun sin ser necesariamente creyentes, nuestra cultura judeo-cristiana nos impulsa a creer que es normal dejar pasar a la otra persona antes que nosotros. Incluso llegamos a confundir el amor y la auto-negación. El mensaje que la sociedad nos transmite es el siguiente: cuanto más nos frustramos, mejores somos como cónyuges. Salvo que la vida no es necesariamente una tragedia, y en algún momento, esta lógica es absurda. No podemos negarnos eternamente esos deseos o a jugar a los amantes malditos. Si el sacrificio por nuestra pareja nos lleva a tomar antidepresivos, ¿vale la pena? ¿El ser fiel al otro, nos hace aún fieles a nosotros mismos? Es una pregunta que nos debemos hacer - porque la honestidad nos la debemos también a nosotros mismos. Algunas personas disfrutan la frustración y aprecian ser los Mártires de la pareja. Pero la falta de egoísmo no da necesariamente la razón, sobre todo cuando se trata de dar lecciones. Entonces, ¡un poco de indulgencia!


10) Disfrutar de la vida

Porque sólo tenemos una. Los viejos repiten que es mejor tener remordimientos que lamentos – es mejor detestarse por lo que hicimos que por lo que no hicimos. Aquí nadie pretenderá que tenemos que ser infieles en cualquier momento y de cualquier forma (o incluso que es importante ser infiel), pero nos gustaría poder gritar contra viento y marea que el amor apasionado es algo demasiado precioso para ser desperdiciado. No es una pregunta puramente retórica. Sólo tenemos una vida, ahora: ¿cómo hacerla más feliz? Si usted está en esta web, probablemente usted ya sabe una de las (muchas) respuestas...