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¿Te gusta que te estén empujando la cabeza como un martillo? Tienes toda la razón: NO! Cuando esto suceda, detente, porque la felación que le estás haciendo a tu amante, que definitivamente es un dulce "regalo", se vuelve incómoda y podría convertirse en una mala experiencia para ti.
Amiga, hay algunas señales de advertencia que pueden indicarte que tal vez necesites cambiar de amante.
Hay quien insiste (sí, sí)
Puedes encontrarte con alguien que, después de tres segundos de besarte, te insiste, o te ruega, o peor aún, te insinúa que lo hagas. Una mamada es algo que surge de forma natural y sin pensamientos, por lo que si encuentras a alguien que de la nada empieza a pedírtelo y te parece fuera de lugar, no dudes en responder con un rotundo NO.
Las manos deben usarse bien
A ver, si tu amante te agarra la cabeza de una manera demasiado agresiva para ti, es otro no. Un verdadero caballero, en vuestra "primera vez" de sexo oral juntos, debería acariciarte y saber cómo mantener sus manos sensualmente activas tocándoos y estimulándoos a la vez, sin que parezca alguien que ha ido al gimnasio a desahogarse, ¡desesperado!
Cuando están a punto de venir
Un caballero te avisa poco a poco que está llegando al orgasmo, y te pregunta dónde puede correrse. Después, cuando conocen sus propios deseos hay menos necesidad de coordinarse, pero las primeras veces el respeto es fundamental y su amante debería pedir tu opinión y consentimiento.
