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Para empezar, somos partidarias de que cada unx haga lo que quiera/pueda y sin juzgar a nadie. Antes de opinar sobre el camino que decide tomar cada unx, habría que ponerse en sus zapatos, sabemos que no todo el monte es orégano y que cada cual tiene que aguantar su vela de la mejor manera que pueda ... así que, fuera de los protagonistas, ¿quién somos nosotrxs para opinar?
Nos gustan las mentes abiertas, eso sí, somos flexibles e intentamos entender todo. Por eso queremos saber... Según los sociólogos, y nuestra propia experiencia en Gleeden, la infidelidad ha aumentado en las últimas décadas y parece que va a seguir esta tendencia, entonces, ¿por qué sigue siendo tan reprobable? ¿a caso somos unxs reales hipócritas?
En el libro de la terapeuta de parejas y gurú de relaciones, Esther Perel, 'The State of Affairs: Rethinking Infidelity' (Harper), se replantea la infidelidad. Perel cree que se necesita "una conversación más matizada y menos crítica al respecto", ya que "las complejidades del amor y el deseo no siempre responden a las clasificaciones de bueno o malo, de víctima o culpable". "Nuestra actitud crítica hacia las relaciones extramatrimoniales no nos hace menos propensos a cometerlas", explica Perel, quien afirma que "el deseo de pecar no es malo, sino humano".
Perel cree que se le hace poca justicia a la "experiencia multifacética de la infidelidad" y se juzga y condena a los adúlteros sin saber sus motivos. La terapeuta denuncia que en general se ve la infidelidad como una traición desmesurada, por lo que quien es engañado por su pareja "debe" acabar con la relación, sin ni siquiera pensar que quizás, 'la víctima' haya sido 'verdugo' antes, y en la misma relación.
Y no se queda solo ahí, además afirma que la infidelidad puede ser buena para los matrimonios y parejas estables. A veces, con la irrupción de un tercero, aumenta el interés de ambos miembros a mantener unida su relación y se reaviva la pasión. Las personas cada vez tienen más inquietudes, quieren vivir experiencias nuevas, y puede que busquen esas vivencias fuera del matrimonio, "es imposible que el funcionamiento de éste sea absolutamente perfecto".
Por su lado, para el filósofo De Botton, "hay formas mucho más sutiles, pero más dolorosas, de engañar a una persona que acostarse con otra: como dejar de escuchar a tu pareja, dejar de evolucionar y encantar o, sencillamente, fijarse sólo en uno mismo".
Puede que todo esto te haya dejando pensando y con más dudas, si es así, te animamos a que sigas la charla que Esther Perel dió en TED. ¡De nada!
