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1. Es puramente sexual
De hecho el sexo puede ser una de las razones de la infidelidad. Pero esta necesidad esta inevitablemente acompañada de algo más. Ya se trate de algo que falte en la pareja, una necesidad de erotismo, evasión, el deseo de poner a prueba su poder de seducción, querer sentirse más joven o incluso el miedo a expresar al otro sus propios deseos. Muchas razones pueden llevar a alguien al adulterio. La frustración en la cama es de hecho un argumento sólido para ir a buscar a alguien más, pero la infidelidad puede producirse incluso en parejas satisfechas sexualmente. En general, los hombres y las mujeres no buscan simplemente sexo en una relación extraconyugal, sino también ternura, complicidad, alguien que los escuche, contacto humano.
2. Los hombres engañan más que las mujeres
¡Desacertado! Si esta frase no sorprendía a nadie hace veinte años, hoy en día ya no se encuentra actualizada... ¡Terminemos con los viejos clisés misóginos! Las mujeres tienen su revancha y se divierten plenamente. Las estadísticas lo prueban, cada vez son más propensas a liberarse de toda presión social para prosperar, sin sentir ningún tipo de culpa. Señores, ¡se lo estamos advirtiendo!
3. Engañar significa no amar a su cónyuge
No necesariamente. Cada situación es diferente, pero debemos de saber que la infidelidad no es lo contrario del amor. Muchos infieles aman a su cónyuge, pero sienten sin embargo la necesidad de buscar algo más (por el amor a lo nuevo, el placer de seducir y ser seducido, para poner fin a la rutina...) Este es el caso del 65% de Gleedenianos que reconocen no querer dejar a su pareja. Algunos incluso necesitan estas relaciones extraconyugales para seguir apreciando su vida cotidiana y amar a su cónyuge. La mayoría de los infieles son capaces de pasar al acto incluso sintiendo profundo amor por su pareja, y a menudo sus aventuras no cuestionan su relación de pareja. El 58% de los franceses cree que es posible amar a su cónyuge, mientras que se le engaña.
4. ¿Infiel por un día, infiel para toda la vida?
¡Ya está bien! ¡Un poco de seriedad! Cada individuo es diferente y por lo tanto reacciona de manera diferente. El adulterio puede ser una fase en la vida de alguien como también un pasatiempo recurrente. Pero los infieles por definición no son infieles a lo largo de sus vidas. De hecho, dos infieles de cada tres registrados en Gleeden dicen que pueden dejar de engañar a su pareja sin problemas si así lo desean.
5. Siempre confesar su infidelidad
¡Incorrecto! A menos que su cónyuge tenga grandes sospechas o pruebas, confesarlo no necesariamente arreglará el problema. ¿Sabe que la confesión puede hacer que el otro sufra, verdad? Así que ¿por qué molestarse? ¿No es una actitud egoísta hacer que sufran los demás por aliviar su propia conciencia?
6. El adulterio destruye necesariamente la pareja
¡Piénselo otra vez! Incluso sucede que las salva… ¡y más de lo que usted cree! ¿Cómo? Simplemente haciéndolo más feliz: el infiel regresa satisfecho a su casa y comparte su felicidad con su pareja. Por otra parte, a menudo con el resultado de la comparación se puede comprobar que la hierba no siempre es más verde en otro lugar. El cónyuge y el amante pueden ser complementarios... el 68% de las mujeres inscritas en Gleeden creen que la infidelidad es el secreto de la longevidad de su relación.
7. Yo, ¿infiel? ¡Nunca!
Y ¡BAM! Le toca a usted sin haberlo visto venir... Y no, esto no le sucede sólo a los demás, sino todo lo contrario. Nadie está a salvo (en cualquier parte ¡felizmente!) de un encuentro inesperado, el regreso de una persona que nunca fue olvidada, un período difícil en el que se busca consuelo... ¡Nunca diga de esta agua no beberé!
8. ¡Cuando amamos, no nos interesa nadie más!
¡Sigue perdido! El cerebro es uno de los principales órganos sexuales del hombre. Las fantasías y otros pensamientos sexuales son parte de la vida cotidiana. ¿Debemos de, bajo el pretexto de tener una pareja, dejar de ver a los demás, de tener ganas de gustar, de sentirse deseado? Por otra parte, este mito da paso a otro clisé: el de pensar que es culpa del engañado si su cónyuge es infiel, sentirse culpables y cuestionarse. El hecho de ser infiel no excluye necesariamente el amor por el cónyuge. El 53% - más de uno de cada dos franceses - cree que es posible amar a su pareja mientras se le es infiel.
9. Se es infeliz con la pareja
Si en realidad sería infeliz con la pareja, la dejaría. No es necesario ser infeliz para sentir que algo nos falta. Nuestra vida puede gustarnos completamente, pero le puede faltar simplemente algo de picante, algo nuevo. El 62% de las mujeres inscritas en Gleeden dicen que se sienten satisfechas con su matrimonio / pareja.
10. El cónyuge engañado deja obligatoriamente al infiel
Como se suele decir, ¡ojos que no ven corazón que no siente! Pero en caso contrario, no todo está perdido... De acuerdo con una reciente encuesta de Ipsos, el 62% de los franceses estaría dispuesto a perdonar una infidelidad.
