"Encontrarte un día lluvioso, en algún lugar concurrido, conectando nuestras miradas, en absoluto silencio…despertando a través de tus ojos, el deseo y la pasión…acercarme a ti y hablarte, de lo que me haces sentir… desvaneciendo con un beso tus dudas y seduciendo tus pensamientos…llevarte a un lugar oculto e idílico…encantador…rodeado de gasas, ritmos suaves y velas, deliciosamente acogedor… despojarte de toda tu ropa, sin prisas ni sobresaltos…acercar mi cuerpo al tuyo hasta confundir con tu aroma mi aliento…recorrer con mis labios tus hombros, tu cuello y tus mejillas…saboreando de a poco tus labios y acariciando tus caderas…ataré suavemente entonces, una larga y blanca mascada a tu cintura, vistiendo con ella tus pechos, tus hombros y tus nalgas…enredándola entre tus piernas para sujetarlas suavemente, mientras disfruto de tus mieles, tu sabor y tu agonía…"