El sol brilla
Al llegar la primavera, estamos más expuestos a la luz solar, el cuerpo segrega más hormonas sexuales (estrógeno y testosterona) y también la melatonina: una hormona que hace que quieras dormir más, hibernar. Esta es una tendencia aún más frecuente entre las mujeres, que tienen una particular sensibilidad al brillo y al calor. Este aumento de sensibilidad provoca una aumento de producción de luliberina en la mujer, una hormona segregada al nivel del hipotálamo y responsable del deseo sexual.
El sol aumenta la energía, restaura la moral, relaja. Y las largas noches en las terrazas son perfectas para acercar cuerpos.
Los cuerpos se desnudan
Cuando las temperaturas suben, guarda el abrigo en el armario y deja ver tus hombros o piernas. Y los cuerpos que han estado ocultos durante todo el invierno, vuelven a aparecer. Nos sentimos sexys y los demás otros lo notan. Menos sensibles al brillo, los hombres se ven más afectados por los estímulos visuales. Y eso es lo que causaría más producción de testosterona en los hombres (con un pico en agosto).
Además, el hecho dedesnudarser libera más olor y feromonas, señales eróticas muy fuertes.
Las vacaciones de verano se acercan
Finalmente, la primavera también es la perspectiva de la temporada de verano, las vacaciones, el calor y los momentos tan esperados durante todo el invierno. Por fin salimos de la rutina y de nuestro letargo. En pareja, de repente queremos hacer más esfuerzos el uno por el otro y así encontramos una vida sexual más plena. Lo/as solteros/as, estamos abiertos/as a las citas y decidimos que todo es posible.