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Haz como si no pasara nada.
La mejor manera de ocultar una mentira es actuar como si no hubieras roto un plato. La naturalidad siempre resulta la mejor de las armaduras. No dejes de hablar de compañeras de trabajo, ni de elogiar a las actrices más sexys del panoramas si eso es algo que siempre solías hacer.
Pon atención a tu lenguaje corporal.
Tu entonación al hablar, el volumen de tu voz, tu postura e incluso tu ropa pueden delatarte. Lo mejor será que de camino a casa te mentalices de todo lo que vas a hacer, así sabrás como actuar. Sobre todo no muestres nerviosismo.
Mírame a los ojos, bellaco.
Existe una creencia generalizada de que las personas que no mienten te miran a los ojos cuando te hablan. Realmente no entiendo porqué. También puede ocurrir que tu pareja piense que cuando mientes miras hacia a la derecha o a la izquierda. Si esos son tus síntomas cuando dices una mentira. ¡Corrígelos! Porque aunque no sea verdad que este sea un síntoma para descubrir al embustero, si tu pareja cree que sí comenzará a desconfiar.
Lo peor es enfadarse.
Lo que más desconfianza puede causar a tu pareja, y a todo tu entorno, es que al ser acusado, tú, te enfades de forma exagerada. No actúes como un mártir desconsolado. Lo mejor sería que te lo tomaras con humor.
Por ejemplo:
• Ella: ¿Cariño, me engañas con alguna otra?
• Él: ¿Con una solo? ¿por quién me tomas?
Varía tus mentiras
Cuando vayas a quedar con tu amante, no pongas siempre la misma excusa para salir de casa. No todos los días se juega al futbol, y nadie va tampoco todos los días al cine. Si parte de tus excusas consisten en meter a tus amigos, más vale que los avises con antelación. Sería bueno que aprendieras a improvisar. Pero recuerda, todo debe de sonar creíble.
El peligro de la tecnología.
Es cierto que la tecnología nos puede ayudar, pero en este caso puede ser una de nuestras mayores enemigas. En el móvil, borra todos los mensajes de tu amante, y mantén solo algunos de tu pareja, que no parezca que los guardas todos; pero sobre todo mantén los mensajes de tus amigos, colegas…toda persona inofensiva, que no pueda levantar sospechas.
Respecto al ordenador, NUNCA, NUNCA y repito NUNCA dejes abierta una conversación mientras vas al baño o a algún otro sitio. Y no hay más que explicar, tampoco guardes las conversaciones y las fotos comprometidas. Si tu pareja te pilla no tendrás donde esconderte.
Marcas extrañas.
Sabemos que los encuentros con tu amante pueden llegar a ser muy energéticos y apasionados, pero esa no es excusa suficiente para llegar con marcas de arañazos, mordeduras o chupetones. Vigila tu cuerpo. Además de que estéticamente no queda nada bonito.
Separa una relación de otra.
Está totalmente prohibido llevar a la amante a tu casa. Nunca se sabe cuándo puede aparecer algún miembro de tu familia…
Grandes meteduras de pata
Cuando estas con tu hermana y la llamas por el nombre de tu madre, bien, sin problemas, pero si estas en la cama con tu pareja y después del gran momento (o peor, durante), la llamas Laura, cuando se llama María…. Tienes un problema. Plantéate en utilizar un nombre estándar. El clásico “churri” te servirá para evitar errores.
Y por ultimo:
si te pillan, lo más humilde es ser nobles y decir la verdad. Intentar hablarlo tranquilamente y que no cunda el pánico.¡Buena suerte!
