¡5 buenas razones para no tomar buenos propósitos para el año nuevo!

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categoría: Actualidades

¡5 buenas razones para no tomar buenos propósitos para el año nuevo!

El 2017 está asomando la cabeza, los regalos han sido abiertos y el festín digerido, ¡ha llegado el momento de los buenos propósitos de año nuevo”! Sí, cada mes de enero, llenos de buena voluntad, somos muchos los que tomamos varias iniciativas para un mejor año. ¿Y si los buenos propósitos no fueran la mejor manera de empezar el año? Aquí tienes una lista de 5 buenas razones para NO tomar buenos propósitos para el 2017!

Porque, de todas formas, no los cumples
Seamos honestos, los propósitos de año nuevo duran una semana, dos para los más motivados. ¿Así que para qué?

Porque no los necesitas
Los objetivos están bien, los propósitos menos. Tener una disciplina de hierro, parar de fumar, hacer deporte 3 veces por semana... es admirable. Pero piensa también en dejar espacio para la espontaneidad y al placer. Nunca lo repetiremos lo suficiente: ¡solo se vive una vez!

Porque eres perfecto/a con todas tus imperfecciones
¡Año nuevo no significa perfección impuesta! Acéptate tal y como eres y piensa en tu bienestar y tu placer antes que nada. Este es quizás el único propósito de año nuevo que tendrías que tomar para este año 2017.

Porque quizás no estás preparado/a
Es cierto, el 1 de enero es igual a empezar de nuevo. Parece el momento ideal para tomar buenos propósitos y aportar un soplo de novedad a tu vida. No obstante, el único buen momento para tomar un propósito y tener una oportunidad de cumplirlo, es tras una profunda reflexión y estando preparado/a para hacer los esfuerzos necesarios. Además, hay que admitir que el running antes de ir a trabajar es más fácil en junio...

Porque es una presión innecesaria
“¿No habías dicho que este año harías deporte”? Ya oyes la voz de tu tía cuando tomas una segunda parte de pastel en una comida familiar... Una lista de propósitos no hará más que poner una presión inútil sobre tus hombros. Fija tus objetivos para ti y para nadie más. ¡Y sé indulgente contigo mismo/a!