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Con tu amante, os habéis preocupado en delimitar las reglas de vuestra relación desde el principio: Nada de llamadas a partir de las 19h, nada de sentimientos, nada de encuentros en vuestras ciudades y sobretodo, nada de apego el uno por el otro.
Tenías las cosas claras y si decidiste tener un amante era por muchas cosas, pero no para que los sentimientos se mezclasen en este asunto.
Pero desde hace un tiempo, sientes un cambio de comportamiento. Tu amante está más presente. Es más cercano a ti y sobretodo... vuestra relación se hace más fuerte.
¿Y si el amor hiciera su aparición en vuestra relación extraconyugal?
¡Cuidado, también podría ser que tu amante se esté enamorando de ti!
Jim Pfauss, profesor de psicología en la Universidad de Concordia de Montreal, con la auyda de un equipo internacional, ha estudiado este tema. Su trabajo muestra, entre otras cosas, que el deseo sexual provoca un apego afectivo.
Han constatado que el amor y la sexualidad, dos emociones muy diferentes, provienen de la misma región del cerebro: el stratum. Así, el deseo sexual estimula la zona ventral sel statum, mientras que el amor estimula la región dorsal.
El amor y los sentimientos tendrían pues repercusiones en ambas zonas.
Durante su investigación, los científicos también han descubierto una aproximación entre las ganas de sexo y el amor en otras zonas del cerebro: la ínsula, que permite comprender que el deseo sexual puede llevar al apego emocional y viceversa.
Esto no significa que el amor y el deseo sean lo mismo, ¡pero sí que no son tan diferentes el uno del otro!
